Todo lo que debes saber sobre reciclar

Se cree que la actividad de reciclar se originó en Japón alrededor del año 1031 cuando se recicló el papel desechado que se conocía con el nombre de kamiya-gami que significa “papel de tienda de papel”.

En Inglaterra, durante la época victoriana se conocieron los primeros recicladores, quienes se encargaban de recoger el polvo y las cenizas producidas por los incendios domésticos.

En 1904 comienzan a operar las primeras instalaciones de reciclaje de aluminio en Chicago y Cleveland.

Hoy, cuando hablamos de reciclar nos referimos al proceso mediante el cual un objeto usado es renovado en lugar de ser desechado. Este proceso permite convertir los objetos en nuevos productos o en material para fabricar otros productos.

Ante la crisis ambiental que actualmente vivimos, originada por el consumo desmedido de productos de un solo uso y su eliminación inmediata, reciclar se ha convertido en una actividad prioritaria para ayudar a la protección y conservación de nuestro planeta.

Reciclar es una actividad fácil de practicar y gratificante, en la que debemos participar todos y adoptar como hábito diario de responsabilidad y cuidado del medio ambiente.

El proceso de reciclar incluye varios pasos en los que están involucrados el trabajo de la gente y el uso de maquinaria.

 

Pasos para reciclar

Consumo

Este primer paso es muy importante. Cuando compramos un producto, en lo posible, debemos consumir responsablemente y elegir algo que se pueda reciclar como cartón, papel, vidrio o aluminio.

Separación de residuos

En este paso separamos los desechos que pueden ser reciclados, teniendo en cuenta si son orgánicos o inorgánicos y debemos limpiarlos para poder producir materiales reciclados más puros.

Es necesario que hagamos la separación en contenedores identificados por colores: amarillos (envases plásticos y latas), azules (papeles y cartones), verdes (vidrios y botellas), rojos (baterías, aerosoles), gris (residuos orgánicos).

Procesamiento

Los materiales reciclables, una vez seleccionados y limpios, son transportados a una planta de reciclaje donde son procesados para transformarlos en nuevas materias o nuevos productos. Existen diferentes tipos de procesamiento:

Reciclaje primario. Los materiales reciclados se convierten en otros del mismo tipo. Por ejemplo, el aluminio de las latas se recicla para fabricar más latas.

Reciclaje secundario. El material de desecho es procesado para elaborar otros productos con ese mismo material. Por ejemplo, los neumáticos se reciclan para elaborar otros productos con caucho.

Reciclaje terciario. Los materiales pasan por un proceso que modifica su estructura química para poder producir un nuevo material. Por ejemplo, con el plástico reciclado se pueden elaborar otros productos diferentes según los polímeros que contenga cada residuo.

Fabricación

Después del procesamiento se obtienen materiales que sirven para la producción de nuevos productos. Cada vez se fabrican más productos utilizando materiales reciclados: papel, cajas, empaques para huevos, toallas de papel, periódicos, recipientes plásticos, botellas de vidrio, envases, bolsas plásticas, latas, envases de aluminio, entre otros.

La mayoría de los objetos que nos rodean se pueden reciclar, sin embargo, para obtener todos los beneficios es necesario reciclar bien y por lo tanto seguir algunas recomendaciones:

Quitar los corchos, las tapas metálicas y plásticas de las botellas de vidrio.

No arrojar las bolsas de plástico en los contenedores de papel y cartón.

Retirar bien los líquidos y restos de alimentos de los recipientes.

Quitar las cintas adhesivas y las grapas de las cajas.

Igualmente, debemos conocer los materiales que se pueden reciclar y los que no son reciclables para separarlos correctamente.

 

Materiales reciclables más comunes

Plástico: envases y botellas de plástico de detergentes, champú, cremas y gel, tapas y bolsas.

Latas: latas de cerveza, refrescos y conservas.

Papel y cartón: envases de papel y cartón, periódicos, revistas, cajas, cuadernos y papel.

Vidrio: botellas de licor, frascos y tarros de alimentos.

Otros residuos: electrodomésticos, aparatos electrónicos, bombillas, aceites usados, muebles y ropa.

 

Símbolo del reciclaje

El símbolo con el que se identifica el reciclaje fue diseñado por el arquitecto Gary Anderson en 1970, quien se inspiró en la cinta de Moebius, que se utiliza para representar un proceso sin fin como el reciclaje. Cada una de las tres flechas representa un paso: la recogida de los residuos, el tratamiento y la compra de productos reciclados.

 

Beneficios de reciclar

Reciclar nuestros residuos es una de las formas más sencillas de colaborar con el cuidado y conservación de nuestro planeta. Reciclar significa una enorme cantidad de beneficios para todos.

Ahorro de energía. Si reciclamos, reducimos la extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas y por lo tanto, la disminución del uso de energía para realizar estos procesos.

Menos CO2 a la atmósfera. Si el consumo de energía disminuye, la generación de CO2 también se reduce, así mismo los gases de efecto invernadero, la contaminación y el calentamiento global.

Conservación de recursos naturales. Si reciclamos, no tendremos necesidad de usar tantas materias primas para fabricar productos y contribuimos a conservar los recursos naturales como el agua y los bosques.

Generación de empleo. Reciclar ayuda a crear nuevos empleos porque se necesitan personas y empresas que trabajen en cada uno de los pasos del proceso.

Si todos adoptamos la cultura de reciclar obtendremos grandes beneficios para el medioambiente, la economía y la sociedad.

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